Los que quieren meter a Dios "a presión" dentro de sus propias creencias:

es imposible.

 

Los que buscan "extirpar" el sentimiento espiritual humano:

Es inútil. No se conseguirá jamás.

 

Los que pretenden "exterminar" todo humano que no comulgue con sus creencias:

Dios es Grande y Poderoso: no necesita contratar sicarios

 

Los fanáticos: almas perdidas. Hay que rebobinar.

 

Los que buscan comprender, clasificar y ordenar el comportamiento divino:

imponente error. Podrían estar construyendo su particular Torre de Babel.

Fe. Esperanza. Respeto al ser humano y divino.

 

Los que insultan a Dios porque piensan que no creen en nada y no están atados a ninguna creencia :

se pueden creer cualquier cosa. Su comportamiento puede propiciar la aparición de los demás casos anteriores.

 

 

Puede ser importante poner especial cuidado en cómo exteriorizamos los sentimientos que generan nuestras creencias

para evitar confusión y rechazo en otras personas a lo que creemos y amamos.

Podría ser la mas eficaz contribución al respeto de éstas.

 

1. Prácticamente todas la creencias tienen un punto de unión, un punto en común: el flujo del hombre hacia su Ser Supremo: La Alabanza

2. Después está la interpretación que hace el hombre en el flujo inverso: desde el Ser Supremo hacia el Ser Humano. Ahí es donde es mas difícil el consenso.

Pero si tenemos en común el punto 1, el insulto a Dios no debería tener cabida en nuestro léxico. No hace falta creer para respetar.

 

 

Es mejor no creer y respetar, que insultar. No se sabe si una persona está aún en la ida, o ya viene de vuelta. Respeto.

 

Tener un conocimiento de las religiones mas significatívas puede ser útil para  dilucidar el por qué del comportamiento de la humanidad a través de La Historia. Cada religión puede ser una pieza asimétrica  en tamaño y forma de un gran puzzle: la espiritualidad humana a través de su existencia. Puede ser que no haya dos personas en el mundo que sientan la misma espiritualidad ante una misma creencia. Si no se siente la espiritualidad, es como el que no siente la música o la poesía; no la siente y punto; no es mejor ni peor, simplemente no la siente. No por ello debe ser ridiculizado.